Tres años después de agredir a su entonces pareja, y por lo cual el hombre estuvo escondido cuatro días, a las 8, comenzará el debate al hijo del dirigente municipal Jacinto Sampayo.
Por problemas de salud, primero del abogado defensor Ricardo Osuna, y luego del imputado Facundo Sampayo, la titular del Juzgado Correccional N° 2 Natalia Fernández Floriani, decidió posponer las audiencias para miércoles y jueves en la sede de calle Córdoba y Güemes.
Sampayo está acusado de lesiones en contexto de violencia de género a su entonces novia Viviana Argüello. El caso fue investigado por el fiscal en temática de Género Jorge Cáceres Olivera quien hizo el requerimiento en marzo de 2021.
Argüello, lo denunció a finales de 2019 de haberla golpeado cuando ella fue hasta a su casa y no accedió a una propuesta que le habría realizado el imputado.
El hijo del exsecretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, Jacinto Sampayo, estuvo cuatro días prófugo.
Viviana Argüello, la víctima que denunció a su expareja y que espera hallar justicia.
Argüello es empleada del municipio y cuenta con un botón antipánico, desde que fue agredida. La víctima precisó a NORTE que su agresor pese a tener una prohibición de acercamiento, en el ámbito laboral, incumple esa medida, como sucedió la semana pasada, ya que el acusado frecuenta las dependencias donde ella se halla trabajando.
El caso
El caso de violencia se remonta a finales de 2019, cuando Argüello fue hasta el inmueble donde estaba Sampayo, en calle Reggiardo al 700 aproximadamente. Ella rechazó la propuesta sexual que le habría hecho el hombre, y resultó agredida. Llamó al 911 y arribó un móvil con la sirena encendida pero Sampayo le sacó el celular y cuando los policías golpearon la puerta, el propio acusado los atendió y les dijo que la mujer no estaba en la casa.
Para eso, según lo que aportó Argüello, el sindicalista la había encerrado bajo llave en el baño de la casa y cuando los agentes llamaron a la línea de donde se hizo el pedido de auxilio, Sampayo no atendió para despistar a los efectivos.
Una vez que los agentes del orden se retiraron, el sospechoso le abrió la puerta del sanitario y allí después Argüello llamó a un remís.