En el aglomerado urbano más pobre del país -acorde al último informe semestral de Indec- la pobreza llegó a 65,2% y la indigencia alcanzó el 24,4% de las personas en el Gran Resistencia. La desigualdad social choca de frente con la realidad de una crisis profunda y queda al descubierto a escasos metros de la Casa de Gobierno del Chaco y del microcentro de la capital.
Una precarizada barriada forma parte del paisaje urbano en esa empobrecida zona. Allí habitan familias que todos los días pelan contra la exclusión y el hambre.
“Tengo que rebuscarme como sea para llevar un plato de comida a casa y alimentar a mi nene”, explicó Pablo, mientras revuelve en el basural de un descampado sobre avenida Moreno. “Trabajo casi 10 horas por día en el Mercado (Frutihortícola) y me pagan entre $9000 y $10.000 por día, pero no hay forma de que nos alcance para vivir. Nos sentimos esclavos porque no hay un solo día en que no estemos preocupados por lo que vamos a comer, por lo que va a comer nuestro hijo”.
NORTE en la incipiente barriada de Resistencia, que día a día crece sobre ambos lados de la vía del tren, recogió varios testimonios. Tras un breve diálogo con algunas de las familias asentadas pudo constatar que la mayoría de los habitantes de la zona son trabajadoras y trabajadores de la cooperativa del Mercado Frutihortícola Central a los que no les alcanza la plata.
El escenario en avenida Moreno, entre calles Fotheringam y Campias, es el de basurales cada veinte metros, malezas desproporcionadas y un puñado de casillas precarias pegadas a las vías del tren. Desde la Plaza 25 de Mayo son cuatro cuadras por avenida Alberdi hasta avenida Moreno y de allí 19 cuadras hasta el lugar en cuestión. Un total de 22 cuadras separan el asentamiento de los grandes edificios de la urbe capitalina, Casa de Gobierno entre ellos.
Antonio Correa es un trabajador de la Cooperativa del Mercado Frutihortícola que con mucho esfuerzo compró ladrillos y armó una choza para vivir junto con su esposa y su hijo de dos años. “Con el último temporal se nos voló el techo, por eso ahora estamos alquilando acá a una cuadra. Nos cobran $35.000 y no es mucho pero nos condiciona porque cada uno (él y su pareja) ganamos $10.000 por día y no todos los días”, relató.
“Lo único que pedimos es si pueden colaborarnos con chapas y materiales para reinstalar nuestro techo y volver allí”, pidieron. El otro pedido es por las condiciones del lugar que tienen que ver con la erradicación de los basurales y la posibilidad de contar legalmente con un tendido eléctrico.