Este martes, la ciudad de Resistencia sufrió nuevamente las consecuencias de una infraestructura inadecuada que, a pesar de años de reclamos, sigue sin mejorarse. Con apenas 22 milímetros de lluvia en el centro, la capital chaqueña quedó bajo agua, demostrando la fragilidad del sistema de desagües. Según el Servicio Meteorológico Nacional, los chaparrones continuarán en la tarde, agravando aún más la situación.
Mientras tanto, el problema para los barrios periféricos es aún más preocupante: si el centro no soporta una leve lluvia, ¿qué queda para las zonas más postergadas de la ciudad? Este problema, que lleva décadas afectando a los resistencianos, no solo representa una molestia, sino que pone en peligro la calidad de vida de miles de vecinos, en especial en las zonas con menos infraestructura.
A modo de comparación, localidades del interior chaqueño como Sáenz Peña enfrentaron lluvias de hasta 180 milímetros en pocas horas, aunque allí también los problemas persisten. La falta de soluciones definitivas en Resistencia, sin embargo, sigue siendo una de las mayores demandas de la población, que espera con angustia una respuesta concreta para prevenir futuras inundaciones.