La ciudad correntina de Goya se escandalizó este jueves a partir de que un vecino advirtió que un perro llevaba un feto humano en el hocico. Al denunciar el hecho a la Policía, la investigación condujo hacia una joven que había cursado un embarazo recientemente.
El personal policial de la Comisaría Tercera logró dar con el domicilio desde dónde había salido la mascota y en el lugar entrevistó a una joven de 17 años quien confesó que había abortado, y que tiene una pareja de 18 años.
La Policía dio conocimiento inmediato del caso a la Fiscalía de Goya desde donde expresaron que, al ser legal el aborto no pueden hacer nada.
Tras esto se ordenó entregar el feto a los padres de la adolescente para que decidan la forma de darle sepultura. Se presume que tenía siete meses de gestación.