Según afirmó un referente de la industria, “a medida que los días transcurren, nos enfrentamos a aumentos en los insumos, especialmente en aquellos que se adquirirán con menor periodicidad.
Esta afectación de manera diferenciada a cada panadería, ya que algunos pueden esperar a que la situación se estabilice, mientras que otros se ven obligados a considerar ajustes en los precios de manera más inmediata”.
La complejidad de la situación financiera y la planificación de los consumidores también entran en juego. “Quienes pueden permitirse esperar, lo hacen para no impactar bruscamente en los bolsillos de los clientes que ya han organizado sus gastos mensuales. Sin embargo, en muchos casos, la necesidad de hacer frente a los aumentos en los costos de insumos obliga a considerar ajustes en los precios más temprano que tarde”, explicó.
Ante esta realidad, se estima que los aumentos en los precios de los productos panificados serán inminentes y se situarán alrededor del 15%. Si bien esta cifra puede variar según las particularidades de cada panadería, es una tendencia que se está observando en el sector.
En este contexto, se destaca que la provincia del Chaco se ubica entre las regiones con precios de pan más accesibles a nivel nacional. En comparación, en Buenos Aires ya se habla de un aumento cercano al 26% al 30% a partir de la próxima semana, mientras que en el Chaco se considera un incremento promedio de alrededor del 15%, evidenciando la disparidad de situaciones en diferentes áreas del país.