La noticia de la muerte de tres andinistas, dos pampeanos y uno mendocino, en el cerro Marmolejo, fue devastador para los guías y al equipo de rescate que trabaja en la temporada en el Aconcagua (6.962 mnsm).
“Manteníamos las esperanzas de que pudieran estar vivos, pero cuando no lograron ubicarlos en el campamento base, nos generó temor”, dijo Gonzalo Fuertes, subcomisario de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza, quien desde el campamento base Plaza de Mulas (4.500 msnm), en el Aconcagua, ha estado en contacto con los rescatistas chilenos.
El Marmolejo mide 6.108 metros sobre el nivel del mar. Es un estrato volcán ubicado en la cordillera de los Andes, en el límite internacional entre Chile y Argentina y vecino al municipio de Tunuyán, en la región del Valle de Uco de Mendoza.
Espir es intendente de la localidad pampeana de General San Martín por Juntos por el Cambio. Berardo es escribano de la misma cuidad. Con ellos estaba Nacho Lucero, de Mendoza, guía oficial de montaña con 30 años de trayectoria y 46 ascensos al Aconcagua.
Los imprevistos y contratiempos ocurren todos los días en la montaña. El jefe de la patrulla policial del Aconcagua, Marcos Páez, destaca la preparación previa y del esfuerzo físico que demanda el ascenso de un cerro por encima de los 6.000 mil metros. “Hay que escuchar el cuerpo, si te duele cabeza, tenés que parar, hidratarte”, aconsejó.
El responsable de los rescates en el Coloso de América dijo que se necesita entre 7 meses y un año de entrenamiento previo a intentar la cumbre: “Es necesario escalar cerros y aclimatarse a la altura. No basta con salir a correr por un parque”, precisó Páez.
En cuanto a esta trágica expedición en el Marmolejo, los detalles certeros de las muertes se conocerán una vez que la patrulla de montaña de Carabineros retire los cuerpos y puedan realizar las pericias criminalísticas.
Entre las posibles razones, el subcomisario Fuertes explicó que el hecho de ir los tres encordados pudo haber provocado la muerte por una caída.
“Para que hayan fallecido los tres, la única alternativa es una caída. En glaciar deben transitar todos unidos por una cuerda. Si uno cayó, es probable que los otros no hayan podido detener la caída. Pero habrá que esperar a la información oficial que aporten los rescatistas cuando logren bajar los cuerpos”, dijo el experto de la patrulla del Aconcagua.
Los fuertes vientos en la cordillera central, que también se han percibido estos días en la cumbre del Aconcagua, puede ser otro factor de riesgo. “La semana se ha presentado bastante fría y ventosa, y bastante cambiante el tiempo al inicio de esta temporada de escalada”, detalló.
Y, en cuanto a la dificultad, del ascenso del Mormolejo, el rescatista mendocino dijo que es una montaña de una exigencia técnica alta, con escalada en roca y hielo, con tránsito por glaciar que requiere usar crampones, piquetas, y sortear tramos con grietas.
Sobre los otros expedicionarios de origen chileno, que decidieron descender antes de intentar la cumbre y fueron quienes avisaron de un posible accidente, el subcomisario Fuertes, dijo: “Entiendo que habían coincidido en el lugar, pero no estamos seguros de que eran todos partes de la misma expedición”.
Para poder acceder a la cumbre, se necesita al menos una semana para la aclimatación que es el tiempo que requiere el cuerpo para soportar la menor presión de oxígeno que hay en la altura.