Ante la escasa lluvia, la agricultura del oeste del Chaco se encuentra en alerta

Se realizó un trabajo en conjunto del delegado del ministerio Lisandro Cáliz, el responsable del Senasa del departamento, ingeniero agrónomo Diego Grossi y la Agencia de INTA local, Leonhardt Edgardo.

 

El ingeniero Edgardo Leonhardt con su trabajo recorrió los campos de la zona. Luego detalló el panorama de los sembradíos. En primer lugar se refirió a las condiciones climáticas y aclaro que “toda la región del Chaco y en especial el Departamento Almirante Brown se vio muy afectada por la intensa y prolongada sequía. Esto impacta sobre los cultivos tradicionales como el girasol, algodón, maíz, sorgo granífero y soja”.

 

“Es importante señalar que venimos arrastrando las secuelas de la seca de años anteriores. Encontramos lotes con poca cobertura, sin perfil o poco perfil de humedad. A esta situación se le sumó la alta radiación solar conjuntamente con las altas temperaturas y una baja humedad relativa. Esto llevó a que este año muchos lotes se perdieran por completo”. “También están afectadas las pasturas, verdeos de verano y pasturas megatér‑ micas, reduciendo la pro‑ ducción esperada y disminuyendo las posibles reser‑ vas para pasar la época desfavorable”.

 

Además agrego que “existen problemas de disponibilidad de agua en pozos por la baja de las vertientes y napas. También se secaron todas las represas las cuales impactaron sobre la ganadería y esto trajo muerte de animales. A la vez se produjeron ventas anticipadas para descargar los campos. La distribución de las precipitaciones fue sumamente variada, no hay registros de lluvias que abarquen en forma uniforme y los registros son inferiores a los históricos y a la media.

 

CULTIVOS EN GENERAL

 

Edgardo Leonhardt contó también que “la intención de siembra para los cultivos como girasol fue la mayor con respecto a otros años. La superficie estimada es de 100.000 hectáreas. De las cuales solo se sembró el 3 % y de las mismas se cosecharon un 70% con rindes muy bajos e inferiores a los 1000 kilos por hectárea, el 30% de lotes se perdieron”.

 

Con respecto al maíz especificó que “se sembraron unas 140.000 hectáreas. De las cuales un alto porcentaje de esas hectáreas se perdieron por completo. Un 40% estuvo en estado de regular a mala, un mínimo porcentaje en muy buenas condiciones, estos son lotes que recibieron algunos chaparrones. Con respecto al sorgo, se sembraron de unas 10.000 hectáreas, las mismas estuvieron en estado regular a mala en general y algunos lotes se perdieron por completo”.

 

“El algodón se sembraron unas 17.000 hectáreas, se encontraban en estado regular a bueno la mayoría de los lotes. Respecto de la plaga principal de este cultivo, el picudo algodonero, se registraron bajas capturas en las trampas instaladas en las estaciones de monitoreo que tiene el Senasa en toda la provincia. En el cultivo no se observan daños en flores y frutos. Esta es la tercer campaña que el cultivo atraviesa en medio de un déficit hídrico importante”.

 

Por último se refirió a la soja. “Se sembraron 180.000 hectáreas. Muchos de esos lotes se resembraron ya que las altas temperaturas quemaron las plántulas al nacer, digamos que la mayoría tuvo doble gasto de semilla y siembra. Luego muchos lotes se perdieron por la falta de lluvias. Los lotes que quedaron a cosecha se marcaron las series de suelo, tipo manchones, se encontraban en estado regular a mala en general. Solo lotes puntuales que recibieron chaparrones se encontraban en muy bue‑ nas condiciones”

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